Inglaterra, 1875. Un siglo después del experimento condenado al fracaso de Victor Frankenstein, sus diarios han cambiado de manos durante décadas.
Los secretos de Frankenstein no murieron con él. Mientras las tumbas son destruidas y la paciencia desaparece del asilo, William Browning se propone encontrar quién robó el cuerpo de su padre y encuentra horrores cerca de casa mientras su madre cae en la locura.